El Bolsón, 22 de Abril de 2006

El cielo está impoluto y aprovecho para hacer otra escapada de (y en busca de) Salud Mental.

Hoy: Grandes Éxitos del Bolsón: La cara del indio. 

Voy Solari en busca del Indio.

A seis kilómetros del centro de El Bolsón se encuentra una curiosa formación rocosa por erosión eólica y pluvial, conocida como la “Cabeza del Indio“.

Salgo por la calle Azcuénaga hasta el puente del Río Quemquemtreu, cruzo la pasarela, paso por la usina y penetro en el corazón de una reserva forestal siguiendo las marcaciones amarillas tipo Oz y subo por el sendero que te conducirá hasta la Loma del Medio.

En el trayecto me encuentro con una vista que me quita el aliento: el valle del Río Azul, desde donde se puede seguir al serpenteante río de aguas trasparentes hasta su desembocadura en el Lago Puelo y sobre el oeste ver el Cordón Nevado en el límite con Chile. Desciendo por un pedregoso sendero hasta dar con un apacible sendero de 300mts: la cara del indio, mejor dicho: el perfil del cara del indio. De nariz puntiaguda y boca abierta emerge su rostro desde las profundidades de la piedra.

Es así, hay que gente que viene a verle la cara al indio, yo en la medida de mis posibilidades prefiero vérsela a dios. Hoy no me queda otra que conocérsela al indio.

Evoco mi años de dulce infancia en la Patagonia. Cuando niño había estado en este mismo sendero con mi papá y mi hermano Nacho. Pero aquella vez la excursión no concluyo con éxito. Me cuesta recordarlo con nitidez por la corta edad con la que contaba, pero se que nunca llegamos a verle la cara al indio. ¿Un precipicio o un paso peligroso?, ¿nos perdimos en el bosque?. Imagino que la picada era mas precaria y estaba peor indicada que hoy día, y nunca llegamos.

Solari lo veo al indio, y traigo desde los confines de mi memoria aquel día en que mi viejo, mi hermano y yo no lo logramos.

Hoy me toca llegar a mí y saldar la deuda en nombre de los tres.

Cuenta una vieja leyenda que si algún excursionista se extraviase en los cerros aledaños a El Bolsón, puede encontrarse perdido al caer la noche con el Espíritu Errante del Cacique Foyel, legendario guía de una imposible búsqueda de tesoros, perdidos en la noche de los tiempos. Foyel dominaba el territorio sur del lago Nahuel Huapi y cuentan que fue uno de los caciques que más se adaptó al modelo de vida propuesto por el hombre blanco. Dicen que fue un insuperable cazador, imbatible en el arte delmanejo de las boleadoras. La leyenda que lo evoca nace del desconocimiento que se tiene de cómo y donde aconteció su muerte.

Solari lo veo al indio, y traigo desde los confines de mi memoria aquel día en que mi viejo, mi hermano y yo no lo logramos.

Hoy me toca llegar a mí y saldar la deuda en nombre de los tres.

Cuenta una vieja leyenda que si algún excursionista se extraviase en los cerros aledaños a El Bolsón, puede encontrarse perdido al caer la noche con el Espíritu Errante del Cacique Foyel, legendario guía de una imposible búsqueda de tesoros, perdidos en la noche de los tiempos. Foyel dominaba el territorio sur del lago Nahuel Huapi y cuentan que fue uno de los caciques que más se adaptó al modelo de vida propuesto por el hombre blanco. Dicen que fue un insuperable cazador, imbatible en el arte delmanejo de las boleadoras. La leyenda que lo evoca nace del desconocimiento que se tiene de cómo y donde aconteció su muerte.