El Bolsón, 20 de Abril de 2006
Una de las actividades centrales del servicio de Salud Mental Comunitaria son los talleres.
En ellos los usuarios comparten actividades diversas. Fútbol, básquet, fabricación de canastos de mimbre, teatro, etc.
Una vez por semana se reúnen para cada taller. Fue el ingeniero Adalberto Torcuato Pagano (el mismo de la Plaza) quien impulso a El Bolsón iniciando y concluyendo durante su gestión la infraestructura edilicia actual de La Escuela Hogar, donde tienen lugar los talleres de deportes.
Fútbol, básquet y otros:
Nos reunimos en las canchas de la Escuela Hogar de El Bolsón varios usuarios entre los que se encuentran Enrique, José, Maldonado, Roberto (a secas) y varios otros. Se comparte un partido de básquet en un solo aro. La situación es totalmente anárquica. Enrique es claramente el mejor jugador junto con Roberto Hipólito. No parece haber muchas reglas aunque algunas se simulan cumplir.
Se juega con pasión. Todos ponen. Todos meten. Se festeja cada tanto. Enrique siempre se enoja por tener que jugar con aficionados. José se ríe. Maldonado tira al aro insistentemente sin meter casi ninguna. Roberto relata con pasión las jugadas. Roberto Hipólito se concentra en jugar. El policía de Maldonado da dos pasos botando el balón mientras su arma se mece de un lado a otro y yo tiemblo.
Luego llega el fulbito. Roberto es la estrella sin duda alguna. Un autentico crack. Se lo nota disfrutar y sentirse amo y señor del juego. El operador Ramón juega concentrado. El operador-pastor Omar relata el partido con un realismo asombroso. Se hace mucho foul. José juega en cámara lenta, José se ríe. Enrique se enoja por no ser el mejor, luego se ríe a carcajada limpia por no ser el mejor. Yo estoy agotado, mi estado físico es deplorable. El estado físico de Roberto Hipólito es envidiable.
Comemos la comida que trajo Maldonado bajo uno de los árboles de la Escuela Hogar.
Esto es hacer medicina, pienso.
Esto es mucho mejor que cualquier terapia… o quizás el mejor complemento para cualquier terapia.
Mimbre
Nos reunimos en el Hogar de Tránsito.
Es una casa a quince cuadras del hospital cruzando el río Quemquemtreu. Me cuentan que significa “río que corre entre cortaderas” (que es una especie de planta con un filo cortante). Otros dicen que significa río que cuncunea o piedras que hacen ruido al rodar. Vienen los mismos personajes que en deportes y también se suma Sofi.
Sofi es una abuelita muy tierna que escucharla hablar y reírse me generan una ganas de abrazarla que pocas veces me pasó en la vida. Es todo amor. Registra todo. Su diagnostico es psicosis y hace poco tuvo un brote donde decía que unos perros la querían atacar. No me alcanzan las palabras para transmitir la ternura que me genera Sofi. Una tarde me invitó con Noelia y su hermana a tomar el té a su casa. La pasamos tan bien escuchando sus historias de viajes y anécdotas del pasado. Es tan triste cuando uno ve un paciente psiquiatrico estable pensar en sus momentios de desequilibrio. En entender que esos momentos de equilibrio en cualquier momentos se haran añicos contra el suelo y todo será desborde y confusión. Sofi me muestra orgullosa sus hongos de pino secandose y su perrita.
Todos enseñan y aprenden.
Todo se hace entre todos. Todos colaboran.
Todos se divierten mucho.
El policía de Maldonado duerme sentado en un banco.