No quiero ser mala onda, pero la película termina con que todos en algún momento nos morimos.
Entonces, ¿Por qué demonios nos aferramos tanto a la vida?, me pregunto así sin más mientras termino de atender un paciente en la guardia de emergencias.
¿Simplemente por el amor a vivir?: sospecho que eso es una gran patraña.
Entiendo –y sostengo- que vivir es maravilloso, pero también creo que es la única forma que conocemos de existir, al menos de manera consciente y racional.
¿Qué es lo que nos provoca esa tremenda desesperación -cual gato a punto de ser arrojado a una pileta- por no dejar de vivir?
Arriesgaría que lo que nos amarra tanto a nuestra existencia terrenal es esencialmente el pánico que nos provoca la muerte y dejar de ser lo que somos.
¿Pero por qué le tenemos tanto miedo a la muerte?
Resulta curioso que nos cueste tanto aceptar nuestra finitud sabiendo desde la primera escena que ése será el final de la película.
¿Y cuándo fue que comenzamos a negar la única certeza con la que venimos a la tierra?
¿Es realmente tan terrible morir? Porque al final lo único cierto es que actuamos como si así fuera cuando la vemos de cerca.
¿Habrá algo después de la muerte? Y sea cual fuere la respuesta ¿en qué cambiaría eso las cosas?
Lo innegable y concreto es que cuando la muerte nos coquetea o se le insinúa a alguien que queremos mucho se nos viene el mundo abajo y todas las normas y prioridades preestablecidas saltan por los aires. Nos invade un dolor y una tristeza tan profunda que nos parece inverosímil volver a sentir el deseo de vivir y juntar fuerzas para seguir adelante y esto es mucho más real que cualquier especulación o divague filosófico en una noche de guardia.
Pero sobretodo, ¿quién me manda a hacerme estos planteos banales cuando falta menos de un mes para el Mundial de Rusia y Sampaoli todavía (¡!) ni siquiera tiene definido el arquero?
Sucede que acabo ver un documental que me ofreció el amigo Netflix: END GAME, y algunas cositas me quedé rumiando sobre esto de lavida-lamuerte.
Y como de paso me vi unos videos en Youtube de Función Privada por ATC y quedé muy entusiasmado, me voy a tomar el atrevimiento de hacerles una breve reseña con crítica.
Cuando vi el tráiler interpreté que estaba ante un documental sobre cuidados paliativos. Y calculo que esa es la intención de sus directores Rob Epstein y Jeffrey Friedman.
“Enfermos terminales que enfrentan un final inevitable conocen a médicos extraordinarios que buscan cambiar lo que pensamos sobre la vida y la muerte”, describe su sinopsis de forma concisa.
Ciertamente el equipo interviniente –esos médicos extraordinarios de los que habla la sinopsis- es un equipo de cuidados paliativos. Pero permítanme hacerles una aclaración preliminar.
Me resultó un documental correcto en términos generales excepto por un detalle para nada menor desde mi opinión. El hecho de que estas historias sean de pacientes (reales) en final de vida podría llevar al espectador ajeno al mundo paliativo a caer en un clásico error conceptual: que los cuidados paliativos solo intervienen en esa fase de la enfermedad y esa no sería una interpretación positiva a difundir. Por esta razón me adelanté a clasificarlo más como un documental sobre el final de vida que sobre cuidados paliativos. Pero para ser justo y más exacto voy definirlo como un documental sobre cuidados paliativos focalizado en final de vida, porque definitivamente a quien lo vea le quedará claro cuál es la filosofía paliativa.
Hecha esta fina aclaración profesional vuelvo a ponerme el traje del inefable crítico de cine Rómulo Berruti y prosigo.
La información que va apareciendo en las sucesivas escenas sobre cuidados paliativos, tratamiento de síntomas, abordaje holístico del paciente y su familia, adecuación del esfuerzo terapéutico, decisiones anticipadas, calidad de vida como objetivo primordial, posibles lugares para un final de vida y demás cuestiones sobre el mundo paliativo se deducen de los diálogos que tienen los pacientes, familias e integrantes del equipo médico y de cuidados paliativos. No hay locutores ni voz en off que bajen conceptos teóricos y esto me pareció una decisión acertada de los directores.
Las historias son reales y muy crudas como es de esperar en personas cercanas a su muerte y en todas se respira el inconmensurable amor y dolor con que sus seres cercanos y el equipo tratante los acompaña. Siempre me resultan profundamente conmovedores los testimonios de las personas próximas a la muerte y esta no fue la excepción. La tristeza de dejar hijos y parejas. El dolor de las familias. El desconsuelo de lo que ya no serán. El vacío existencial.
Puntualmente rescato la mirada desmedicalizada sobre la muerte que plantea uno de los médicos.
“No hay nada inherentemente médico en morir. La muerte es más grande que la medicina, es un acto puramente humano”
Una concepción obvia y a priori evidente pero pocas veces aplicada en la práctica. Erróneamente, la muerte sigue siendo el enemigo a vencer para gran parte la medicina moderna y de esta sociedad occidental en la que vivimos. Hoy en día gran parte de la población muere en los hospitales –en muchos casos sin la compañía de sus seres amados- combatiendo hasta el último suspiro una batalla que venimos perdiendo sin excepción desde Adán y Eva.
En mi opinión necesitamos hablar más sobre estas cuestiones tan humanas sin barrer el miedo debajo de la alfombra. Resulta alentador que un documental con esta temática pueda verse en una plataforma tan popular como Netflix.
Por lo tanto mis queridos amigos: véanlo, vale la pena.
Pero tengan siempre presente que los cuidados paliativos están destinados a mejorar la calidad de vida y a evitar cualquier síntoma disconfortable de una gran cantidad de pacientes que padecen enfermedades -agudas y crónicas- que amenazan su vida aportando un enfoque integral sobre sus aspectos físico, social y espiritual durante todo el transcurso de la enfermedad.
Para finalizar, si alguno de ustedes llega a tener un atisbo de respuesta a la trascendental pregunta arriba planteada, le pido encarecidamente que la comparta con este humilde servidor lo antes posible…
Que va a empezar el mundial y no tenemos ni idea cómo forma Argentina contra Islandia.